Hay maestros que
simplemente no responden, se sienten demasiado superiores ante una pregunta
infantil, luego enseñan que no hay preguntas tontas, sino tonto los que no
preguntan. Se dice que si un estudiante tiene una pregunta deberían levantarse
10 maestros para darle la repuesta correcta, no hay cosa más maravillosa para alguien
que tiene dudas encontrar diez posibles respuestas, como no hay cosa más frustrante
que no encontrar a nadie quien quiera ayudarte.
Como estudiante por
alguna razón, me acostumbre atocar puertas de maestros pudieran darme explicación o razón a mi curiosidad, gracias a DIOS encontré muchas puerta abiertas, encontré
muchos maestros dispuestos a enseñarme y hasta hora todavía sigo tocando
puertas.
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